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Realmente hay que Adaptarse,
o más bien, ser Pro-Activo.
Está de moda centrarse en la necesidad de “Adaptarse a los cambios del entorno”, es uno de los mantras del movimiento Verde internacionalmente.

Por Carlos Albarrán Valenzuela
Algo se lee diario en los periódicos, revistas y lo escuchamos en las conversaciones diarias. En esta época de crisis, más que nunca es necesario “Adaptarse” al cambio, el calentamiento global nos amenaza a todos, el efecto del niño “Godzilla” nos va a pegar este año, etc. Debemos adaptarnos.

Y ¿cual es problema?, ¿Que tiene de malo adaptarse al cambio? La realidad es que la misma palabra adaptarse implica que estamos reaccionando, o sea, estamos tomando un enfoque reactivo. Una vez que sucede el cambio tenemos que “adaptarnos”, ya no hay alternativa.
Hace tan solo unas décadas, el adaptarse al cambio hubiera sido suficientemente bueno, pero debido a la globalización y la gran interdependencia y comunicación existente hoy en el mundo entre la gente, las sociedades, el entorno, tecnología y los mercados, la tasa de cambio se ha acelerado y lo más probable es que continuará acelerándose.

En este contexto de un cambio acelerado, la vieja práctica de adaptarse no es ya suficiente para asegurar sobrevivencia de las especies o de las organizaciones, para cuando el sistema se ha logrado “adaptar” a una serie de cambios, ya existe una nueva serie de cambios confrontando el sistema y obligando a adaptarse otra vez, y una vez más, es una carrera sin fin y que nunca podremos ganar.

Como han demostrado los biólogos y particularmente, los evolucionistas, cuando el cambio ambiental se hace abrupto y acelerado, más y más especies animales se extinguen, independientemente de su habilidad de adaptación que los salvó en el pasado, los dinosauros dominaron la tierra por decenas de millones de años y en un periodo corto desaparecieron del planeta. Lo mismo sucede con las organizaciones. Las empresas, las familias, los gobiernos, todos sufren de lo mismo.

Aunque los negocios luchen por adaptarse, cada vez más negocios tienen que cerrar o requieren de soporte externo para mantenerse a flote, los casos más impactantes son por ejemplo las Hipotecarias más importantes de los EEUU, Freddy Mac y Fannie Mae, La aseguradora más grande AIG, o el caso de Citicorp, o las armadoras GM y Chrysler que requirieron de la intervención gubernamental, porque los cambios traídos por la crisis les afectaron tan seriamente que ya no pudieron adaptarse por si mismos al nuevo entorno.

Muchos otros negocios no tienen la fortuna de tener apoyo externo y desaparecen, todo esto sucede porque los cambios son más rápidos y dramáticos, superando las habilidades de las empresas a adaptarse. Sus reacciones son definitivamente tardías e inútiles, tratan de servir necesidades y ajustarse al mercado, cuando ya es otra la necesidad o el entorno.

La industria armadora de automóviles es un excelente ejemplo, por años han tratado las armadoras Americanas de adaptar sus productos a un mercado muy demandante, cuando logran terminar sus investigaciones y desarrollos para un nuevo auto, la ingeniería, el desarrollo de los procesos y manufactura, hasta la venta y mercadotecnia que lo llevarán al mercado, las necesidades del mercado han cambiado y no logran aprovechar la inversión que hicieron, mientras que los más ágiles y atentos a las necesidades del mercado, les quitan participación, llevándolos a un punto que están varias de ellas en la posibilidad de irse a la quiebra.
Escuché en la radio que ya existe una empresa automotriz que ofrece un sistema que tu diseñas el auto que quieres completo y en dos semanas, con un sistema de impresión en tercera dimensión te lo entregan tal como lo diseñaste, no solo el color o interiores sino hasta la carrocería con tu diseño y todo lo que quieras.

Otro ejemplo es la industria del periodismo, así como el mundo de los medios continúa cambiando aceleradamente, los periódicos, muchos de ellos muy antiguos y tradicionales, con un mercado supuestamente “cautivo” están cerrando a una velocidad alarmante, (10 diarios metropolitanos en diferentes ciudades han cerrado en los últimos doce meses y muchos más están en “riesgo de extinción”. En un estudio Pew Research Center, se encontró que menos de 1/3 de los americanos, ni siquiera extrañaría no tener los periódicos disponibles, pues tienen otros medios para informarse de las noticias. (http://pewresearch.org/pubs/1147/newspapers-struggle-public-not-concerned) Esto claramente indica que estos periódicos no fueron capaces de cumplir con las necesidades del mercado y de sus clientes, aún tratándose de adaptar.

Pero entonces ¿Qué debemos hacer para sobrevivir y prosperar, en lugar de adaptarnos al entorno, si esto no es suficiente?

La respuesta es que necesitamos tener un enfoque Pro-Activo, necesitamos predecir los cambios antes de que sucedan, necesitamos evaluar los impactos de los cambios que posiblemente sucederán en el futuro y tomar decisiones y acción en el presente para estar listo cuando lleguen, necesitamos imaginar el futuro y posicionarnos para poder responder correcta y efectivamente cuando lleguen.

Suena simple, pero entonces, ¿Porqué tantas organizaciones no son capaces de lograrlo?

Para Pro-accionar, o ser pro-activo, uno tiene que tomar la decisión y el compromiso de actuar “Hoy”, cuando el riesgo no existe, cuando el riesgo potencialmente está en el futuro, no lo tenemos amenazante y por lo tanto, no nos obliga o presiona para cambiar, esto requiere cambiar nuestro enfoque de solución de problemas.

Para una organización, la mayor complejidad es que no solo se requiere la visión y compromiso de un buen líder para ser pro-activo, sino el compromiso y la alineación de todos los factores y fuerzas políticas del sistema, para soportar y hacer lo que se tenga que hacer. Para que se logre el cambio deseado, todos estos factores y fuerzas políticas de la organización deben tener coincidencia con la evaluación del futuro, de las posibles amenazas potenciales y sobre todo, tener intereses comunes para actuar a favor de los cambios que se requieren.

Los problemas se han convertido cada vez más en asuntos globales y requieren, por la interdependencia creciente, de más partes involucradas, que tienen intereses en conflicto, en lograr una evaluación conjunta de los peligros potenciales y cooperar para que se implementen los cambios. Es difícil lograr estos acuerdos, es un proceso lento, mientras tanto, el cambio sigue acelerándose, por lo que el tiempo que tenemos para ser pro-activos, adaptarnos, o reaccionar es cada vez menor.

Adicionalmente a la decisión y compromiso, la organización debe tener la capacidad de ser pro-Activa. Muchas organizaciones buscan ser pro-activas y facilitar el cambio, con buenas intenciones y elaboran su declaración de Misión (Mission Statement), como un capitán de barco que quiere virar a la izquierda y grita “Izquierda”, él podrá gritar todo lo que quiera, pero el barco no dará vuelta hasta que los motores de la derecha no incrementen su potencia y los de la izquierda la reduzcan. En una organización funciona en forma similar, que es una estructura de poder, donde es necesario que la estructura sea capaz de transferir poder de una división a la otra para poder manejar el riesgo y los cambios.

Alinear la capacidad de poder, la decisión y desarrollar las habilidades de la organización de ser pro-activa es uno de los retos claves en los negocios actuales, para lograr anticiparse a los cambios y estar preparados. Este reto de cambiar ante un entorno “huracanado”, que cambia aceleradamente, nos obliga a cambiar de enfoque de un mero sistema de “adaptarse” al cambio a un proceso de pro-actividad que permitirá a la organización sobrevivir y seguir fortaleciéndose en el futuro.

Por lo anterior, muchas organizaciones pueden requerir apoyo externo de profesionales que les pueden ayudar a sus organizaciones a generar esta cultura de enfoque pro-activo, darles las herramientas que conscientemente y previsoramente logren el cambios de manera oportuna y antes que los demás hacia un futuro exitoso.

CARLOS ALBARRAN VALENZUELA – Ingeniero Químico, MEDE IPADE – Empresario y Ejecutivo Financiero, más de 30 años de experiencia en que ha dirigido en 4 ocasiones organizaciones de financiamiento especializado a ser líderes en sus mercados – Profesor de Posgrado en Estrategia, Finanzas y cambio organizacional – Expositor internacional y articulista en revistas Latin Finance, IMEF, BCR Publishing. Actualmente CEO de Aurum Financial empresa financiera mexicana disruptiva.